Guará
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Guará (Dusicyon australis): El cánido malvino que pasó a la historia
Guará (Dusicyon australis) habitó en las Islas Malvinas y fue el único animal terrestre. El nombre Guará procede originalmente de “aguará”, palabra que en idioma guaraní quiere decir “zorro”.
Es considerado como el pariente más cercano del aguará guazú, del cual hace 6,5 millones de años se separó.
Origen del guará (Dusicyon australis)
El origen del guará (Dusicyon australis) según algunas hipótesis antiguas fue transportado a las Islas Malvinas a través de invasiones esporádicas de canoeros yámana de Tierra del fuego.
Las etnias del Archipiélago de Tierra del Fuego lograron la domesticación de los culpeos desarrollando el viejo perro fueguino o yagán.
Recientemente en 2009, un importante equipo científico bajo la dirección de Graham J. Slater logró realizar un análisis de ADN, confirmando que el aguará guazú es el pariente más cercano que aún vive.
Dicho estudio permitió confirmar que el guará (Dusicyon australis) se separó del aguará guazú alrededor de unos 6,7 millones de años.
Hace apenas unos 3 millones de años que colonizaron los cánidos América del Sur, acontecimiento conocido como un importante cambio biótico americano en paleo zoogeografía.
Dicho evento sucedió cuando América del sur y América del Norte se vincularon a través del Istmo de Panamá.
Lo que deja en evidencia que el linaje del lobo de las Malvinas y el lobo de crin llegaron separados desde América del norte.
Según otro análisis completo de ADN mitocondrial hecho a varias especies vivas y extintas de cánidos sudamericanos, se constató que habría divergido el aguará del Dusycyon avus hace uno 16.000 años.
Dicha especie parecida hace por lo menos 3.000 años habitó en la Patagonia. Según se plantea, el instante en que se realizó tal división, se formó un estrecho marino por el bajo nivel del mar.
El estrecho entre el continente y el Archipiélago de las Malvinas era sólo de 20 km a 30 km, en múltiples ocasiones el hielo terminaba cubriéndolo.
Esto facilitó el deslizamiento del Dusycyon avus hasta llegar a las Malvinas, posiblemente recorrió la plataforma de hielo buscando alimento, al igual que hoy lo concibe el zorro ártico.
Los roedores al igual que otros mamíferos terrenales, probablemente fueron disuadidos de atravesar dicho puente en hielo por el área abierta que mostraba.
Al subir nuevamente el nivel del mar y derretirse las plataformas de hielo, genéticamente quedó aislada la población en dicho archipiélago, difiriendo de la misma especie que se mantuvo en el continente.
Características del guará (Dusicyon australis)
Veamos las características del guará (Dusicyon australis), desde su hocico a la cola el guará medía aproximadamente 90cm de largo, la cola media 30cm.
Era muy característico el pelaje bastante tupido, el cual se ajustaba de manera perfecta a los inviernos extremos de las Malvinas, hábitat propio de la especie.
Las patas y el cuello eran de color amarillento, los labios blancuzcos y también su garganta, las orejas del guará eran grisáceas.
La cola de aspecto similar a un zorro, en su origen era parduzca y terminaba en la punta de color blanco (esta particularidad la comparten con el aguará guazú, el lobo crín).
Dusicyon australis australis perteneciente a la Gran Malvina, tenía el pelaje más rojizo y es más pequeño dicha subespecie.
Eran expertos cavadores de madrigueras, las cuales utilizaban para el descanso durante los intensos inviernos.
El guará normalmente se desplazaba en grupos, se desconoce si el movimiento era en jaurías o en grupos familiares.
Posiblemente no temía al ser humano por ser el depredador exclusivo de la isla, no era necesario sospechar.
Era muy sencillo matar al guará, solamente con tomar en la mano un trozo de carne y dejarlos acercarse, para luego usar la otra mano para acuchillarlos.
Definitivamente esta era una manera demasiado cruel de desaparecerlos, el guará (Dusicyon australis) era un animal confiado.
Alimentación del Guará (Dusicyon australis)
Poco se conoce respecto a la alimentación del Guará (Dusicyon australis), solamente se tienen algunos apuntes de viajeros y exploradores que llegaron a estas islas.
Lo que sí se conoce es su exclusividad como mamíferos terrestres y rondaba los pajonales y costas marinas buscando alimentos como mariscos, carroña, nidos y probables presas como los pingüinos o cauquenes.
Posiblemente, se alimentaba también de focas o lobos marinos, crías pequeñas o pinnípedos que estaban enfermos.
Esta especie no tuvo algún competidor, ya que era el único mamífero terrestre en Malvinas, aunque no terminó afectado por el conocido gigantismo isleño.
Debido a la falta de roedores (presas fáciles), no se ha podido confirmar la alimentación original del guará. Pero, seguramente no sólo comían pingüinos, también se alimentaban de gansos originarios y sus huevos.
Luego del establecimiento en las islas de los británicos, este animal empezó a comer también corderos pequeños y aves de corral, esta es una de las principales razones de su exterminación.
¿Qué le ocurrió al Guará? (Dusicyon australis)
Pero, ¿Qué le ocurrió al Guará? (Dusicyon australis) En las islas Malvinas quedó la única prueba de su estirpe, los ejemplares que estaban en el continente se extinguieron.
La población logró sobrevivir a las condiciones extremas de las Malvinas decenas de millares de años, hasta que los colonos británicos por medio de la cacería eliminaron la especie totalmente.
El guará era perseguido constantemente y aniquilado por los británicos hasta lograr su extinción total. Para los ganaderos británicos el guará simplemente era el predador de sus ovejas y por ello los mataban.
De igual manera, anteriormente en 1830, loberos de origen estadounidense los sacrificaban simplemente para utilizar su agraciada piel.
Este mamífero terrestre era demasiado confiado y pacífico, recibía alimento bajo engaño con una mano y con la otra era asesinado.
En el viaje de John Strong en el año 1690 se logró el registro auténtico más viejo de dicho animal. Cuando Darwin llegó a las Malvinas en el año 1833 era muy común el guará, el mismo predijo su desaparición.
Ya para el siglo XIX decreció de manera significativa la población de esta especie animal. Les fue colocada recompensa a los guarás por los colonos británicos, además de comerciar las pieles.
Posiblemente, el último mamífero de esta especie fue exterminado durante el año 1876. En diferentes museos hoy en día existen 11 especímenes embalsamados.
Hipotéticamente en base a dichos especímenes puede que el guará sea clonado algún día y regrese nuevamente a su espacio natural.